TEMPLO NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
La Iglesia de Nuestra Señora del Carmen es, al igual que el convento, de arquitectura barroca mexicana, típica del siglo XVIII, tiene una sola torre y su planta es en forma de cruz latina, y el crucero esta techado con una cúpula asentada sobre un tambor que por sus dimensiones admite ventanas.
La nave principal tiene un techo con bóveda de cañón corrido sostenido por arcos fajones, su eje no cuenta con ventanas y al norte colinda con el ex-convento, sus proporciones estructurales son muy masivas, denotando una arquitectura preparada para resistir fuertes sismos.
El altar mayor cuenta con tres nichos, al lado izquierdo el Profeta Elías; al centro encontramos a la bellísima imagen de Nuestra Señora del Carmen; y a la derecha Santa Teresa de Ávila, esta última religiosa carmelita y Doctora de la Iglesia.
La nave principal tiene un techo con bóveda de cañón corrido sostenido por arcos fajones, su eje no cuenta con ventanas y al norte colinda con el ex-convento, sus proporciones estructurales son muy masivas, denotando una arquitectura preparada para resistir fuertes sismos.
El altar mayor cuenta con tres nichos, al lado izquierdo el Profeta Elías; al centro encontramos a la bellísima imagen de Nuestra Señora del Carmen; y a la derecha Santa Teresa de Ávila, esta última religiosa carmelita y Doctora de la Iglesia.
El acceso al templo se hace por dos pórticos: el principal que está al principio de la nave y un lateral.
No existe un inventario adecuado de las obras artístico-religiosas que señale autores y fechas de elaboración, pero las que están a la vista y que componen el patrimonio del templo son las siguientes:
Desde la entrada principal, al lado derecho:
Nicho con la escultura de San Antonio de Padua.
Litografías de San Judas Tadeo y Nuestra Señora de los Lagos.
Conjunto escultórico de Cristo Crucificado y Dolorosa.
Imagen de Nuestra Señora de Fátima.
Santa Cecilia. Autor: Don Romualdo Ortiz.
Nuestra Señora del Rosario. Escultura.
Santa Martha. Escultura. R. Ortiz, 1946.
Óleo antiguo de San José (sobre la entrada a la capilla del Santísimo).
En el altar de San José: escultura de San José, Santo Chárbel (R. Ortiz, donado por la señora Milena Ceja) y San Martín de Porres (R. Ortiz. 1946).
Al lado izquierdo:
Nicho con escultura de Jesús yaciente con su madre (Piedad).
Litografía de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Nicho de la Divina Providencia.
Imagen de Nuestra Señora del Carmen con Jesús en brazos. Escultura.
Oleos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y de María Auxiliadora.
Escultura en nicho del Señor de las Maravillas.
Conjunto escultórico de fray Juan de Zumárraga y Juan Diego. (Obra de R. Ortiz).
En medio de este conjunto, un óleo grande de Nuestra Señora de Guadalupe rodeado de cuatro medallones al óleo que representan las apariciones de la Virgen en 1531.
Abajo del óleo, nicho con el Niño de la Caridad.
En la capilla del Sagrado Corazón, a la entrada de las criptas, escultura del Sagrado Corazón.
Afuera de la capilla, nicho de madera con escultura pequeña de Nuestra Señora del Pilar.
Cabe destacar que en la parte alta de las paredes del crucero hay una serie de óleos antiguos con distintos pasajes de la Historia Sagrada: esponsales de la Virgen y San José, la Anunciación, el Nacimiento de Jesús, Huida a Egipto, Presentación en el templo, etc. y, distribuidas en todo el interior, las estaciones del Vía crucis en óleo sobre madera, excelentemente conservadas y embellecidas con un colorido muy bueno.
El 2 de noviembre de 1994 fueron inauguradas y abiertas al público las Criptas del Carmen: un columbario construido bajo los altares que servirá para guardar las cenizas de las personas cuyos cuerpos fueren incinerados. Este columbario ocupa la parte baja de las capillas del Sagrado Corazón, del Santísimo y del Altar Mayor, y la sala anexa a la capilla del Sagrado Corazón, donde se descubrió el vano original que sirve de puerta de acceso.
Se aprovechó para tal efecto el espacio que ocupaban las criptas originales desde el siglo XVIII. Es posible admirar una pintura de Santa Catalina de Alejandría, patrona de la Filosofía, en un pasaje que representa los responsorios místicos de la Santa con el Niño Jesús. Existen dos esbozos de frescos muy difíciles de definir en otras dos salas subterráneas.
El columbario está integrado por 27 módulos que forman unidades independientes con numeración y advocaciones propias. Los nichos tienen tapas de mármol y chapetones de bronce. Es interesante observar que algunas de las tapas de mármol proceden de vetas que tienen incrustados animales marinos como caracoles, túrratelas y ostras que se petrificaron hace millones de años. Los recursos que genere la venta de los nichos se aplicarán a las obras de evangelización, catequesis y planes pastorales de la Iglesia de Tehuacan.
Así, pues, podemos concluir que este inmueble fue construido hace más de doscientos años para la evangelización de la región de Tehuacan, como una muestra de reconocimiento del valor del habitante de las tierras de América, con cuerpo y alma, espíritu y materia. Construcción que a lo largo de las décadas ha sido testigo de sucesos trascendentales de la historia de México y de la propia ciudad. Hoy, el Convento y la iglesia del Carmen continúan vivos y dando un servicio al hombre a través de los elementos que lo alimentan en su espíritu: la religión, la historia, la cultura y el arte.
UBICACIÓN: 2 Oriente y Reforma Norte
**Ilse Mariana**
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