Las ruinas de El Calvario son unos de los monumentos que difícilmente pasan desapercibidos en la ciudad de Tehuacán.
Comenzaremos diciendo que en Tehuacán vivió una familia sumamente apegada a la fé católica. La familia del Moral eran dueños de un buen caudal económico y su inquietud principal en la vida era fundar iglesias y fomentar el culto religioso.
La primera piedra de El Calvario fue colocada el 21 de
junio de 1759 bendiciéndola el Cura de San Antonio Cañada.
El profesor Fernando Ximello afirma que bajo las ruinas de El Calvario se encuentra una pirámide prehispánica que incluso es (o fué) sepulcro de Meztli, la última gobernante indígena de Tehuacán. Cabe recordar que era costumbre de los frailes construír las iglesias sobre las ruinas devastadas de los teocallis indígenas como muestra de sojuzgación y dominación sobre la religión.
por : Misael Rios
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